Los que se fueron...

El Real Madrid tiene una de las tres mejores plantillas del continente, pero no uno de los mejores equipos. No se puede formar un equipo desde cero y esperar todo de él en seis meses. Además, debemos destacar la precariedad del fondo de armario de la plantilla blanca, ¿exageración? no, sin ir más lejos, ¿cuál fue el revulsivo que tenía a mano Pellegrini para utilizar tras el empate del Lyon? Mahamadou Diarrá, y yo me pregunto que pintaba el malí en esos últimos minutos de tan importante eliminatoria sobre el terreno de juego.

A mediados del verano, el conjunto blanco tenía un banquillo de lujo, los holandeses Robben y Sneijder no habría sido titulares con las llegadas de Ronaldo y Kaká, pero no cabe duda de que habrian sido unos recambios excelentes de éstos, más aún viendo el flojo rendimiento del brasileño.

Robben está deslumbrando en Múnich, no sólo por su soberbia actuación en la elminatoria contra la `Fiore´, sino que además brilla en cada jornada de la Bundesliga. El holandés lleva seis meses y ya eclipsa a Ribery, pero su mala suerte con las lesiones le hace un jugador de "cristal". En Milán disfrutan de su compatriota Wesley Sneijder, cuyo paso por `Chamartín´ se resume en un año bastante bueno y otro sin regularidad por las lesiones. El Inter ha podido comprobar su magnifica conducción de balón y su espectacular disparo de falta.

Es cierto que un equipo no puede comprar sin vender, pero se podía haber priorizado las salidas de Gago, Drenthe o incluso el propio M.Diarrá, en vez de futbolistas de la talla mundial como esta pareja de holandeses. Florentino se equivocó al dejarles marchar, y, dejándo de lado la calidad que están demostrando, los datos me dan la razón:

Arjen Robben (todas las competiciones): 24 partidos, 13 goles, 6 asistencias.
Wesley Sneijder (todas las competiciones): 26 partidos, 6 goles, 6 asistencias.

Fuente: espndeportes.espn.go.com