El `clásico´ ha dejado tocado, y con razón, a todo el madridismo. Se tenían muchas esperanzas puestas en un único partido, era la oportunidad perfecta para reivindicarse y dar un golpe en la liga y en la moral del barcelonismo. El fatídico recuerdo de la derrota del año pasado seguía muy presente en la Castellana, el clamor de la venganza nublaba a todo el madridismo, sólo había un pensamiento válido: ganar. Al final, pasó lo más previsible, victoria blaugrana y distancia importante en la clasificación liguera... pero hay que ser razonable, ha pasado tan solo un año desde la mejor temporada de la historia, desde aquel humillante 2-6. No podemos exigir todo en un periodo de tiempo tan corto, Pellegrini ha sabido manejar al vestuario, utilizando un fondo de armario que, por unas razones u otras, ha llevado a algunos jugadores de suplentes a titularísimos, como Garay, Higuaín o incluso Van der Vaart (descartado a principio de temporada). El chileno necesita un tiempo que el madridismo no ha dado a sus últimos entrenadores, un tiempo que todo entrenador debería tener, y con más razón si en liga está realizando una temporada de récord… al margen de los resultados que obtenga su máximo rival.
Caso aparte es el tema Guti, el `14´ ha vuelto a hacer de las suyas. En vista a su continuada suplencia a lo largo de la liga, el maestro Gutierrez ha decidido `borrarse´ de la próxima temporada anunciando su salida. Juzguen ustedes pero, por este tipo de acciones sin sentido, este jugador no ha llegado a ser balón de oro.
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