Simplemente José Mourinho

Un ganador nato, un espíritu incansable e insaciable que no se conforma nunca con sus logros del pasado, vive por y para el presente, no habla de posibles títulos, habla partido a partido, alto y claro. Así es José Mourinho, una persona tan alabada como criticada, alguien que ha dejado huella en cada uno de los lugares en los que ha estado, en cada equipo que ha entrenado, en cada afición a la que ha brindado numerosos títulos… y eso es lo que precisamente ansía la grada del bernabeu, títulos. José tiene ADN Real Madrid porque nunca pierde hambre de títulos. Respecto al juego, el club, por tradición e historia puede y debe exigir un estilo de juego técnico y vistoso, que guste y sea aplaudido, y, hasta ahí, todos los aficionados lo tienen claro, pero hay que tener en cuenta que hace apenas cuatro meses que llegó y menos de dos desde que tuvo la plantilla completa a su disposición. A partir de esto hay que valorar el nivel de exigencia con el que se le juzga cada partido, Mourinho tiene un equipo joven y talentoso hambriento de títulos pero también mucho trabajo por delante.
José conoce a la perfección los puntos débiles de su equipo, las características tanto provechosas como descartables de sus jugadores, y, sobre ello empezamos a apreciar resultados de sus terapias, de sus métodos de trabajo, de sus llamadas de atención y de su show con los medios de comunicación. `Mou´ ya ha bajado los humos a Benzemá, Pedro león o, incluso a Sergio Ramos (por no respetar en alguna ocasión su sistema táctico, atentos a su evolución porque con Mourinho de corrector, Ramos llegará a ser aún mejor), nadie puede hacer nada que disguste al entrenador, aunque sea lo más mínimo, sin que tenga al menos una leve reprimenda. Quiere que aprendan de sus errores y que los corrijan, quiere ver un grupo unido que trate de solventar cualquier problema de forma colectiva, sin renunciar a las numerosas calidades individuales que presenta el equipo. El equipo ha de hablar sobre el campo, y ya será él mismo el que se encargue de que fuera de los terrenos de juego los medios de comunicación tengan entretenimiento y titulares para rato con su particular `show´. Forma parte de su estrategia para restar presión añadida a sus jugadores, para evitar que estos se vean juzgados duramente sin tener algún respiro. Mourinho no es un vulgar chulo, sino un estratega único.
Ya sabemos cuál es el `ojito derecho´ del míster en estos primeros meses, Cristiano Ronaldo se ha ganado este privilegio por méritos propios, no podemos decir que sea intocable por ser quien es, pues Mourinho poco entiende de favoritismos para los aficionados o los dirigentes (ya se cargó al `juguete preferido´ de Román Abramóvich, Andriy Shevchenko, cuando aún era uno de los mejores delanteros de Europa y llegaba al Chelsea en calidad de estrella). El técnico luso ya ha visto el interés de Cristiano por los entrenamientos y el trabajo, es una estrella consagrada, pero entrena cada día como un canterano que quiere debutar. Todo el mundo sabe que Ronaldo debe ser el pilar (con perdón de Iker Casillas) sobre el que se empiece a construir el nuevo Madrid.